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Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
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Cuidado con las grandes obras

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Goethe, en sus conversaciones con Eckerman, advierte a su cronista de que tenga cuidado con proyectar grandes obras. El problema de las grandes obras es que bloquean cualquier acción:

«El tiempo presente reclama sus derechos. Las ideas y y sensaciones que a diario se le ofrecen al poeta son las que deben ser registradas. Pero cuando uno tiene una obra de mayor envergadura en la cabeza, no hay nada que pueda crecer a su sombra».

Sin duda Goethe piensa en su Fausto, que le llevó 40 o 50 años, pero es cierto que cuando se hacen grandes proyectos se pierde mucho tiempo a menudo sin hacer nada. Tal vez se puede tener alguno, pero hay que aprender a domesticarlo, de manera que no invada todo nuestro tiempo y nos incapacite para pensar en otra cosa.

Y también es cierto que, como dice después, las pequeñas obras al final resulten mejores que las grandes.


GOETHE



Goethe y su circunstancia

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