
Victoria comentó anoche que había escuchado una conferencia de alguien que decía:
– Un padre no puede ser el amigo de su hijo, sino que tiene que ser su padre, porque, si no lo es su hijo será un huérfano.
Mostré mi desacuerdo ante esta falacia que se repite tanto en los últimos años. La falacia no está en la primera parte de la frase ni en la segunda, sino en la unión de ambas ideas: que un padre no puede ser amigo de su hijo y que un padre debe ejercer como padre.
La supuesta dicotomía entre padre y amigo es la mentira de este planteamiento, para el que existe una alternativa mucho más razonable: un padre puede ser padre y al mismo tiempo amigo.
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