Borges y los emperadores chinos

Guerra y paz en la antigua China /4

«Fue gracias a las ventajas derivadas de los cuatro posicionamientos como el Emperador Amarillo se hizo con la victoria sobre los Cuatro Soberanos».
(Sunzi, El arte de la guerra)

En su ensayo La muralla y los libros, Borges compara a dos emperadores chinos que tienen casi el mismo nombre, Huangdi (el Emperador Amarillo) y Huang Di (el Primer Emperador) y hace un comentario muy inteligente, que también demuestra sus conocimientos acerca de la China antigua :

«Quizá el Emperador quiso recrear el principio del tiempo y se llamó Primero, para ser realmente primero, y se llamó Huang Di, para ser de algún modo Huang Di, el legendario emperador que inventó la escritura y la brújula»[ref]Jorge Luis Borges, La muralla y los libros[/ref][1].

Resulta curioso que en el origen legendario de China y en el origen histórico encontremos el mismo nombre, como bien señala Borges, pues el primero de los soberanos míticos de China comparte el mismo nombre con el Primer Emperador que unificó China : Huang Di.

O al menos eso parece a primera vista.

El nombre completo del primer emperador de China es Qin Shi Huang Di (秦 始 皇帝) que significa algo así como «Emperador inicial de Qin», porque, como bien dice Borges, su intención era ser el primero de una dinastía de mil emperadores, por lo que su heredero se llamaría Segundo Emperador (Er Shi Huang Di) y así sucesivamente.

Al parecer fue el propio Primer Emperador quien creó la denominación de Huang Di, mezclando la palabra huang que se aplicaba a los míticos tres soberanos y la palabra di que se aplicaba a los cinco emperadores legendarios. Así que la combinación de las dos palabras se convierte en una redundancia llena de soberbia, algo así como «Soberano Emperador» o «Emperador Augusto». Pero, además, Huang aludía al dios supremo de la dinastía Zhou y Di al dios supremo de la dinastía Zhou. Por si esto fuera poco, huang también significaba brillante o espléndido y solía referirse al Cielo. Y para terminar con las reverberaciones grandielocuentes del nombre, ese Huang Di sonaba como el nombre del Emperador Amarillo o Huangdi, el más venerado y legendario patriarca de los chinos. Hay que aclarar, de todos modos, que la traducción de Huangdi no debería ser Emperador Amarillo, sino algo así como Divinidad Amarilla o (“Yellow Thearch” en inglés), pues Di alude más bien a una divinidad en vez de a un gobernante humano. La traducción como “Emperador” por los propios chinos se hizo habitual durante la época imperial (tras la unificación china), pero antes se empleaba con un sentido semejante a “Supremo”, “Divino” o “Tearca”.

En realidad, el nombre del Primer Emperador y el del Emperador Amarillo, se transcriben y se pronuncian igual (Huang Di o Huangdi), pero los caracteres son diferentes:

皇帝 para el Primer Emperador,

黃帝 para el Emperador Amarillo. 

Este es un ejemplo de las dificultades que presenta el idioma chino y que afectan de manera directa al El arte de la guerra, como se puede comprobar en El arte del engaño en los capítulos dedicados a Sun Wu, el supuesto autor del célebre tratado de estrategia.

En definitiva, el personaje que transcribiré a partir de ahora como Huangdi (y que se escribe 黄帝) es el Emperador Amarillo, fundador mítico de la civilización china que, según las crónicas chinas, vivió hacia el -2600 o -2400. El segundo personaje, que transcribiré como Huang Di (o como Shi Huang Di), fue el rey del estado de Qin que unificó china en el año -221.

El primer Huangdi era imaginado como un sabio benevolente, mientras que Shi Huang Di fue recordado como el más cruel de los emperadores, objeto del odio de letrados e historiadores durante siglos. Pero los dos son considerados fundadores de China, el primero como antepasado de la etnia llamada huxia, que luego derivaría en la han, mayoritaria en China; el segundo, como rey de un estado llamado Qin, que se convertiría en China al conquistar uno tras otro a todos los reinos rivales.

Caballos en la tumba del Primer Emperador

La imagen tradicional ha cambiado bastante en las últimas décadas y los historiadores actuales han suavizado los rasgos del primer emperador de China.

Curiosamente, también han endurecido los del legendario Emperador Amarillo, que ya no parece tan pacífico ni benevolente, puesto que, tras aquellos buenos tiempos de la utopía de Shennong, fue el responsable directo o indirecto del comienzo de la guerra:

«El Emperador Amarillo instituyó las formalidades de gobernante y ministro y de superior e inferior, las ceremonias para padres e hijos y para ancianos y jóvenes, la unión de parejas en marido y mujer. En casa puso a funcionar el hacha del verdugo, fuera empleó armas y armaduras. Supuso un cambio de era»[3].

El arte del engaño. Una de las preguntas que intenta resolver el libro es si el Primer Emperador siguió los consejos de Sunzi para conquistar a todos los reinos rivales

Nuestra investigación acerca de la guerra y la estrategia en la China antigua comienza con Huangdi, el Emperador Amarillo, al que el propio Sunzi menciona elogiosamente como primer gran estratega, y terminará en los tiempos de Primaveras y Otoños. Allí me detendré, en los tiempos en los que pudo vivir el gran estratega Sunzi, porque la continuación está en mi libro El arte del engaño, donde la historia continúa hasta encontrarnos con Shi Huang Di, el rey del estado de Qin que se convirtió en el Primer Emperador de China.

Es decir, Guerra y paz en la antigua China casi comienza con la fundación mítica de China y termina, ya en El arte del engaño, con su fundación histórica, se inicia con un emperador al que los chinos siempre han considerado como un padre y termina con uno al que han comparado con un monstruo.

Continuará…

 


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