Tsurezuregusa, de Kenko Yoshida

«En todas las cosas, la uniformidad es un defecto.

Es interesante dejar algo incompleto y por terminar; así se tendrá la sensación de que mediante esa imperfección se prolonga la vida de los seres»

(Kenko Yoshida, Tsurezuregusa)

 

Kenko Yoshida vivió en Japón. Era un monje budista que se retiró a una cabaña hacia el año 1340 y llevó desde entonces una vida semejante a la de Montaigne cuando se retiró del mundo a los cuarenta años y se encerró en su torre llena de frases latinas escritas en las paredes. En su cabaña pasó Kenko los días leyendo El libro de la almohada de Sei Shoganon, las Analectas de Confucio y muchos libros de poesía.

Kenko dejó crecer las hierbas de su jardín sin cuidarlas y escribió de vez en cuando pequeñas notas que sujetó como papelitos en las paredes de la choza. Cuando murió, un discípulo recogió los papeles (encontró 243), y con ellos compuso el libro Tsurezuregusa (Ocurrencias de un ocioso), que se considera una de las seis obras clásicas más importantes de Japón.

Leí Tsurezuregusa hace muchos años. Durante un semiencierro o retiro forzoso a causa de mi mala salud, el libro de Yoshida Kenko me dio la idea de escribir también unas ocurrencias: Ocurrencias de un enfermo, en donde iba contando las cosas que se me ocurrían en las largas tardes en la terraza de mi casa de Sambara.

Volví a Yoshida Kenko, o Kenko Yoshida, para darle el título a un cuaderno digital: Ocurrencias de un ocioso (Tsurezuregusa), idéntico a su libro. Me pareció entonces la mejor definición de lo que hago en estas páginas que mantengo en la red.

Está escrito: «Una mala acción hecha en un día de buen auspicio infaliblemente traerá consigo malos presagios. Y una obra buena realizada en un día de malos agüeros acarreará resultados favorables».
Los buenos o malos augurios vienen determinados por los actos del hombre, no por los días.

Kenko Yoshida, Tsurezuregusa


[La entrada original fue publicada en el blog Tsurezuregusa el 6 de octubre de 2004]

 

NOTA mayo de 2006:
Ahora me doy cuenta de una coincidencia encantadora: los papelitos de Kenko Yoshida en su cabaña tienen cierta semejanza con los recuadros que sirven para enlazar estas entradas. Del mismo modo que Kenko iba poniendo papeles en la pared de su choza, yo los pongo en esta pared digital.

NOTA septiembre 2011
En la nota anterior me refería a los recuadritos que servían para enlazar con las diferentes entradas de mi blog Tsurezuregusa. Aquí en la barra lateral se puede ver un sistema semejante.

NOTA 2016

Ahora vuelve a haber papelitos al final de cada una de mis entradas, que enlazan a otras entradas del mismo tema.

Los papelitos de Yoshida Kenko son en cierto modo un relato hipertextual, comparable a The unfortunates, de B.Johnson.


Algunas páginas de mi cuaderno Ocurrencias de un enfermo

 

CUADERNO DE JAPÓN

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