
Aquí puedes escuchar y leer un fragmento de la entrevista que me hizo el querido Bruno Cardeñosa en La rosa de los vientos. Y puedes escuchar la entrevista completa con este enlace: El tiempo de la mentira.

BRUNO: Tú hablas sobre Platón, hablas sobre Sócrates, la primera vez que estuviste hablando con nosotros en el programa en La Rosa de los Vientos fue a propósito de un libro que acababas de publicar también en Ariel, titulado Las 36 estratagemas chinas. Yo creo que la filosofía china, oriental, y la filosofía occidental, la filosofía griega, yo creo que no nos hace falta saber mucho más, ¿no?
DANIEL: Sí, ahí está más o menos todo, y lo que intento demostrar en el libro es que incluso las ideas más raras, las que podemos pensar que se han inventado ahora, ya existían. Una muy curiosa es que hay gente, por ejemplo, Fernando Fernán-Gómez que decía aquello de que la felicidad es una imbecilidad, ¿no? «No necesito la felicidad para vivir». Y parece como si la felicidad fuera un invento moderno, ¿no? Como si lo hubiera inventado la Coca-Cola.

Pero no, resulta que los griegos, prácticamente todos los filósofos, pensaban que el objetivo de la vida de un ser humano consiste en buscar la felicidad y a ser posible en encontrarla. La consideraban como el fin último al que había que aspirar. No es un invento de ahora. Ellos también lo pensaban. Tampoco es un invento de los libros de autoayuda. En la antigüedad había libros de autoayuda que se llamaban Ars Vivendi, el Arte de vivir, Medicina Animi o Medicina del alma, del espíritu, Protrépticos o invitación a la filosofía y al pensamiento. Era una búsqueda constante y el objetivo era la felicidad. No siempre, pero casi siempre.

La filosofía antigua como guía para despertar tu buen demonio y vivir en plenitud.
Hoy, perseguir la felicidad se ha convertido en una auténtica obsesión. Tan usada está la palabra que muchos la consideran vacía. Frente a la avalancha de libros que ofrecen fórmulas rápidas para sentirse bien, otros reivindican la virtud, la justicia o los principios morales. Sin embargo, los filósofos griegos y romanos ―aunque en desacuerdo en casi todo― coincidían en algo esencial: el propósito de la vida es despertar y aprender a guiar al daimon interior, ese impulso profundo hacia su plenitud. Este libro recorre siete caminos propuestos por las grandes escuelas de la Antigüedad: el platonismo y su sabiduría trascendental, el epicureísmo con sus placeres serenos, el aristotelismo y su ideal de equilibrio, el estoicismo como vía de transformación, el hedonismo que celebra el gozo, el escepticismo que cultiva la duda y el materialismo de Demócrito, centrado en el buen ánimo. Una invitación a pensar con los clásicos y redescubrir el arte de una vida lograda. COMPRAR
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