¿Y si la percepción mística, la visión de lo sublime, el instante eterno no fuera sino el ver la realidad tal como es, es decir, no narrativamente?
«Dios crea cada instante del tiempo y lo aniquila al crear el siguiente, con lo que la continuidad del tiempo y del movimiento sería una pura ilusión».
Todo el universo podría estar parpadeando y podría suceder, como sostenían algunos teólogos, entre ellos Geulincx, que Dios creara el universo a cada instante.