• Samuel Johnson

    Samuel Johnson, el perezoso

     En Gran Bretaña, se considera, con razón, una verdadera hazaña que un solo hombre compusiera el Diccionario de la Lengua Inglesa. Para hacerse una idea de la magnitud de la empresa, hay que recordar que en Italia la redacción del primer diccionario nacional, publicado en 1612, llevó 20 años a muchos colaboradores. La Academia francesa mantuvo ocupados en el suyo a cuarenta inmortales durante 55 años (1639-1694), y otros 18 años para revisarlo. Samuel Johnson, con ayuda de seis copistas tardó ocho años, escribiendo él mismo las definiciones de más de 40.000 palabras. Son definiciones que todavía se usan en muchos diccionarios porque parecen inmejorables. Una de las delicias de su obra, sin…

  • El Espejo,  Samuel Johnson

    Johnson y el espectador ingenuo

    Samuel Johnson, en el postscriptum a su Defensa de Shakespeare,  termina con una encendida defensa de la ingenuidad que el espectador o el lector debería recuperar para no justificar o confundir sus meros prejuicios con valores como el refinamiento, la exigencia estética o la exigencia de verosimilitud: «Hay muchos, y el afán de conservar mis amistades no me permite mencionar a algunos, que acuden al teatro con la crítica ya escrita. Entre ellos se encuentran los que abusan del anhelo de verosimilitud. Pero, ¿acaso no exige el disfrute de la ficción un cierto adormecimiento de la exigencia de realidad? ¿No sería más conveniente que imitáramos a los escépticos antiguos y suspendiéramos el juicio cuando asistimos…