• Inventario,  La pura nada,  Mazda

    Impronta

    Escribí hace un tiempo (en 2004): Marcos, el autor de la página Marcóticos lleva mucho tiempo blogianamente inactivo. Desde aquí le animo a que suba cada día un  parrafito de cualquier cosa, para mantener la fidelidad de sus lectores, que ya desesperamos de volver a leerle. Basta con poner algo así como: «Hoy me he enterado de que si se impregna a una oveja recién nacida con la impronta de una abeja, la oveja se considerará hija de la abeja y la seguirá a todas partes, intentando incluso fabricar miel mascando flores». Es suficientemente interesante para que los lectores regresemos al día siguiente a su blog. Ahora (2012) animo de…

  • Los grandes inventos de TuBaU,  Mazda

    Cómo arreglar cosas rompiéndolas

    Resulta que hojeando El lenguaje de las células, de Claude Kordon, leí esta interesante reflexión: «La misteriosa eficacia de los electrochoques se debe probablemente a su capacidad de romper brutalmente estos equilibrios sustitutorios que han alejado al organismo de los comportamientos adaptativos habituales. Al desestructurar combinaciones complejas de intercambio de señales, podemos pensar que éstas volverán a recomponerse de forma distinta, un poco como si apostásemos que un ruido violento pudiese ayudarnos a recordar intacta una melodía deformada por nuestra memoria». Cuando lo leí, se me ocurrieron varias cosas, pero me temo que se me han olvidado casi todas. Intento recordarlas al escribirlas: 1) Aunque la metáfora del ordenador en relación…

  • Inventario,  Mazda

    Fantasías científicas de ayer y hoy presenta…

    Desde hace tiempo vengo anunciando que abriré en mi sitio web unas secciones dedicadas a la ciencia y al escepticismo. Que hablaré de la ciencia, de la cuasi ciencia y de la pseudociencia. Que algo no sea ciencia no implica  que sea falso. Cuando se dice que la historia no es una ciencia (al menos no una ciencia dura), muchos historiadores se ofenden, como si les dijeran que eso significa que la ciencia es una sarta de tonterías. Pero no hay razón para ofenderse. Yo, por ejemplo, estoy más seguro ahora de que estoy escribiendo en este ordenador que de que la teoría de la relatividad sea correcta, pero eso…