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La pausa valorativa en Babilonia
“A la orilla del Leman me senté y lloré…” (La tierra baldía, T.S.Eliot) “Sôbolos rios que vão por Babilónia, me achei, Onde sentado chorei as lembranças de Sião e quanto nela passei.” “Sobre los ríos que van por Babilonia me hallé Donde sentado lloré los recuerdos de Sión y cuanto en ella pasé”. (Luís Vaz de Camões) “Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos a llorar, acordándonos de Sión.” (Salmo 137) “Gilgamesh, entonces se sentó y lloró. Y las lágrimas resbalaban por sus mejillas.” (La epopeya de Gilgamesh) En el poema mesopotámico la Epopeya de Gilgamesh se pueden encontrar muchos motivos literarios y mitológicos que reaparecerán en diversas culturas. El más comentado es…
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El diabolus ex machina
La expresión diabolus ex machina es la contraparte del conocido deus ex machina, del que he hablado a menudo tanto en Las paradojas del guionista como en la página dedicada al libro (Defensa del deus ex machina). El deus ex machina consiste en la intervención inesperada de algo o alguien que no tiene nada que ver con lo que se ha contado hasta ese momento, algo que aparece de improviso, como un conejo de la chistera de un mago, para solucionar la vida a los personajes, y también al guionista o narrador, que no sabe cómo resolver el enredo de las tramas que ha planteado. Como es evidente, lo que hace…
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El Salmo 137 y la influencia babilonia
He escrito varias veces acerca del Salmo 137, y lo he comparado con un pasaje de la Epopeya de Gilgamesh: Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión.” (Salmo 137) “Gilgamesh, entonces se sentó y lloró. Y las lágrimas resbalaban por sus mejillas.” (Epopeya de Gilgamesh) Me llamaba la atención que en ese pasaje se emplease la misma figura literaria cuando el narrador primero se sienta y, sólo después de hacerlo, llora. El recurso, que es uno de esos momentos en los que nos parece estar viendo la vida misma y no una ficción literaria, aquello que Stendhal llamaba “ilusión perfecta”, ha sido empleado también,…
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Junto a los ríos de Babilonia
Hace tiempo escribí acerca de un pasaje de La epopeya de Gilgamesh, refiriéndome a la versión ninivita del poema, escrita o transcrita por Sinleke Ununni. En ese pasaje, Gilgamesh se lamenta después de haber perdido la flor que rejuvenece (El diabolus ex machina). En un artículo de mi Biblioteca Imposible (El primer libro contiene todos los libros) también mencioné un párrafo, aludiendo a su influencia en el judaísmo: Gilgamesh, entonces se sentó y lloró. Y las lágrimas resbalaban por sus mejillas.” Mencioné después dos novelas modernas que emplean el mismo recurso, la de Elizabeth Smart: En Grand Central Station me senté y lloré, y la de Paulo Coelho: A orillas…
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El primer libro contiene todos los libros
El primer libro no se escribió sobre papel, pergamino, bambú ni seda, sino sobre piedras y barro cocido. Se llama la Epopeya de Gilgamesh. Me estoy refiriendo al género de la ficción, porque el I Ching, escrito por una civilización que todavía no podía llamarse china, quizá sea anterior. Tampoco podemos asegurar que no se escribiera antes alguna crónica, novela, poema o drama ahora perdido, que quizá convertiría en menos asombrosos los recursos literarios que descubrimos en el relato de Gilgamesh. Aunque hoy en día consideramos la Epopeya de Gilgamesh un relato de ficción, quienes lo escribieron lo consideraban la crónica historia de un hecho verdadero. En El Mahabharata y otros libros…