Están por completo abismados en las ideas y no se interesan más que por altos problemas especulativos. No hay en ellos sombra de visión de las cosas ni de sensual…
De las opiniones de Goethe acerca de la filosofía, se puede extraer fácilmente la opinión de que veía en ella más aspectos malos que buenos.
“Una visita del doctor Schopenhauer, joven de mérito mal comprendido, pero difícil también de comprender, me sirvió de estímulo y me hizo aprovechar en la mutua instrucción»