En ciertas ocasiones, la mejor manera de que dos personas mantengan una buena relación es que no se relacionen.
Nos gustan tanto las explicaciones que cualquier barbaridad nos parece menos terrible si nos dan una explicación folclórica, política, etnológica, psicológica, geoestratégica o mitológica.
Decía Guillermo de Occam: «Los entes no se deben multiplicar innecesariamente». Es una herramienta filosófica que quizá no sea tan útil como muchos creen, pero que sí cobra pleno sentido…