• La música de la tierra

    En Los soplos de la voz prometí una interpretación de las opiniones de Zhuangzi acerca del lenguaje, interpretación que no he encontrado en ningún comentador, quizá porque la mayoría de los comentadores no se aventuran a discutir con nuestro querido amigo Zhuangzi. Hay que recordar, no obstante, que un excesivo respeto hacia un autor es tal vez una de las formas del desprecio. Tanto en aquel lugar como en otro anterior (Palabras en el viento) surgieron ciertas dudas acerca de si el maestro Zhuang pretendía criticar el lenguaje cuando lo compara con el viento. Dice que las «palabras no son como el viento», una expresión que nos hace recordar el…

  • Palabras en el viento

    «La palabra no es como el soplar del viento. El que habla expresa razones, mas estas razones no son algo permanente. ¿Habla realmente? ¿O es que acaso no habla? Imagina que sus palabras son diferentes al piar de un pajarillo. ¿Se distinguen? ¿O acaso no se distinguen? ¿Cómo ha podido ocultarse el tao hasta el punto de aparecer la distinción entre lo verdadero y lo falso? ¿Cómo se ha podido ocultar la palabra hasta el punto de aparecer la distinción entre el «es» y el «no es»? ¿Hay lugar donde el tao no exista? ¿Será imposible la palabra?  [Zhuangzi Libros interiores Libro 2. Qí wù lùn (齊物論). Capítulo 1.Identidad de las…

  • Nos cortamos con el filo de las cosas

     «Las cien articulaciones, los nueve orificios, los seis órganos, todos se unen y existen en mí. Pero, ¿de cuál de ellos debería sentirme más cerca? ¿Dices que debería regocijarme en todas mis partes? Pero deberá de haber alguna que tenga que favorecer más. De lo contrario, ¿son todas ellas meros sirvientes? Y si son todas sirvientes, entonces, ¿cómo pueden mantener el orden entre sí? ¿O es que se turnan para ser señor y sirviente? Parecería que debe haber una suerte de Verdadero Señor entre ellas. Pero descubra o no su identidad, ello no agrega ni quita nada acerca de su Verdad. Una vez que un hombre recibe su forma corporal…

  • El origen de todas las cosas

    «Alegría, ira, tristeza, deleite, preocupación, arrepentimiento, inconstancia, rigidez, modestia, obstinación, candor, insolencia- música de agujeros vacíos, hongos que brotan en la humedad, así el día y la noche se reemplazan uno al otro ante nosotros, y nadie sabe de dónde surgen. ¡Basta! ¡Basta! Suficiente que los tengamos de la mañana a la noche y que sean nuestra forma de vida. Sin ellos no existiríamos; sin nosotros, no tendrían de dónde aferrarse. Esto nos acerca a la cuestión. Pero no sé qué los hace como son. Parecieran tener un Maestro Verdadero, y sin embargo, no hallo rastros de él. Puede actuar, no hay duda. Sin embargo, no puedo ver su forma.…

  • Los disparates de Jieyu

    Jianwu comentó a Lianshu: «He oído a Jieyu, y sus palabras me causan pavor. Son palabras grandiosas pero no reales, tan lejanas que jamás retornan, como la Vía Láctea sin contornos, tan inconmensurables que ignoran todas las cosas del mundo». Y Lianshu le preguntó qué decían esas palabras. «Decían que en la misteriosa montaña Gushe viven unos seres divinos cuya blanquísima piel brilla como el hielo. Tan tímidos y dulces como jóvenes doncellas. No comen los cinco cereales, beben rocío y respiran viento. Cabalgan sus dragones por encima de las nubes y se dirigen más allá de los Cuatro Mares. Concentrando su espíritu, pueden curar enfermedades y hacer que maduren…

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau