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Prensa, televisión y revolución
John Milton decía en su Areopagítica: “Los libros sé yo que son tan vivaces y vigorosamente medradores como aquellos dientes fabulosos del dragón; y desparramados acá y acullá pueden hacer brotar gentes armadas”. Del mismo modo que la imprenta y los libros trajeron revoluciones y cambios a tantos lugares, McLuhan actualizó ingeniosamente esta idea al decir que la televisión es la mayor causa de revoluciones, pues muestra a quienes no tienen nada cómo viven otros a los que les sobra de todo, y provoca que se pregunten: «¿por qué esos tienen tanto y yo tan poco?» Les hace darse cuenta de que no está en la naturaleza de las cosas…
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John Milton y los spartoi
“Los libros sé yo que son tan vivaces y vigorosamente medradores como aquellos dientes fabulosos del dragón; y desparramados acá y acullá pueden hacer brotar gentes armadas”.
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Contra la razón
Gente que jamás ha leído una linea de los partidarios del relativismo cultural -y mucho menos de sus detractores-, se lanza con pasión al ruedo y en cualquier conversación proclaman: «Todo es relativo», impidiéndo o pretendiendo impedir que razones de una manera mínimamente sensata sobre cualquier cuestión. La opinión de esta gente es que, puesto que todo es relativo, tiene tanta razón el que corta cabezas como el que sacrifica niños a los dioses. Ya he escrito y escribiré sobre el relativismo cultural, pero ahora me interesa descubrir por qué la gente tiene tanta facilidad para quedarse con todas aquellas ideas que, ya sea en su origen, ya un poco…
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Epitafios
Selden critica los epitafios en los que el muerto se atribuye todas las virtudes. Dice que es como si un pintor pusiese en un cuadro todas las cosas más hermosas que existen y después dijera que ese es su retrato. Open Library: Details: Table-talk of John Selden
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John Milton y la libertad de imprenta
Areopagítica es el alegato de Milton en favor de la libertad de imprenta. El libro está dirigido a los miembros del Parlamento, a los que pide que retiren la Orden de que los libros hayan de recibir licencia, y con ello examen previo, antes de poder ser editados. Ataca Milton en particular el intento de censura: «Otra clausula, la relativa a la necesaria licencia para los libros, que se nos antojaba con sus hermanas cuaresmal y matrimonial fenecida al extinguirse los prelados…» Esto demuestra que hay que tener cuidado cuando se habla de los puritanos, puesto que Milton, que era puritano, era también partidario de la libertad de prensa, del divorcio…