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No verse a sí mismo
En On Having no Head, Harding destaca el hecho de que nunca vemos nuestra cabeza, excepto en un reflejo. A veces me ha interesado esta imposiblidad de vernos a nosotros mismos, excepto en un reflejo: resulta que en la práctica totalidad de nuestras experiencias no aparece nuestro rostro. En la mayor parte de nuestra, vemos las escenas en las que participamos, los rostros y las expresiones de los demás, pero no nuestras propias expresiones. Por eso resulta a veces difícil identificarnos con lo que recordamos, y sospecho que, al recordar, a menudo ponemos imágenes de nuestra propia cosecha que no pudimos ver realmente. Si recordásemos de verdad una escena tal…
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Recuerdos de infancia y Feynman
Me han sorprendido algunas coincidencias entre mis aficiones y las de Feynman. La diferencia es que yo solo he pensado algunas de las cosas que él pensó, pero que él, además, las desarrolló de una manera práctica. Me he encontrado como él, y supongo que como muchos otro s niños, ante el problema de tener que apagar un pequeño incendio, consecuencia de jugar con fuego. Siempre me gustó hacer pequeñas fogatas en los ceniceros o en el suelo de mi habitación, aunque mi intención era observar cómo se quemaban los papeles, retorciéndose en la llama, y a veces añadía soldaditos de plástico que se retorcían en un pavoroso incendio en medio…
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La memoria holográfica
Esta teoría, que es una de las diez que Muy interesante define como las más nuevas, se me ocurrió, sin conocerla, cuando hable con mi amigo Xil de los hologramas que había visto en el Empire State. El día de esa conversación compré Cerebro, Mente y holograma, pero antes de leerlo le conté a Xil la idea de que la memoria (incluso todo el cerebro quizá) podía tener las características de un holograma. Antes de empezar a leer el libro, escribí un texto sobre el tema. Hace poco lo he pasado a ordenador. He de revisarlo. ******** [Escrito en 1989]