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Tachinaba Akemi revisitado
En Placeres sencillos de Tachibana Akemi mencioné un poema que me gustó mucho al leerlo en Silencioso Tao, de Raymond Smullyan: PLACERES SENCILLOS Es un placer Cuando desplegando una hoja de papel Cojo el pincel Y escribo con más habilidad De la que esperaba Es un placer Cuando tras cien días Retorciendo mis palabras Sin éxito, de repente Surge un bello poema Es un placer Cuando, sin ayudas, Puedo comprender El significado de un volumen Que se considera muy denso Es un placer Cuando, algo muy infrecuente, Tenemos pescado para la cena Y mis hijos gritan gozosos «¡Yum-yum!» mientras lo engullen Es un placer Cuando, en un libro que examino…
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Sextina de amistad
Este es un poema que escribí para mi amigo Manuel Abellá, después de una conversación que mantuvimos acerca de formas poéticas, y en concreto acerca de una de las más enrevesadas, la sextina. Se trata de un tipo de poema bastante complejo llamado sextina, hoy en día en completo desuso, aunque tengo la duda de si Gil de Biedma llegó a escribir alguna en el siglo XX. El poema se compone de seis sextetos y un terceto final. Las últimas palabras de las estrofas de cada sexteto son siempre las mismas, pero ordenadas de diferente manera. La palabra que está al final de la primera estrofa pasa a ser la…
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Fábula del origen del mundo y primera tentación
1 In ilo tempore En el principio, las rosas eran rosas los dientes eran sólo dientes y las perlas escasas. Las mujeres peinaban su cabello rubio el oro se extraía de las rocas y los ríos y las palomas volaban en el cielo, en vez de refugiarse en el pecho de las muchachas. Pero, ¿cómo no emparejar dientes y perlas, oro y cabello senos y palomas? Lo uno por lo otro Hermosa manera de no llamar a las cosas por su nombre. 2 La Caída La rosa, la rosa, la rosa, la rosa la rosa, la rosa, la rosa, la rosa la rosa la rosa la rosa…
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2.7 Conclusión
Sólo queda por comentar una cuestión que es tal vez la central en todo estudio de la ética aristotélica: el de su misma definición. La de Aristóteles es el ejemplo más repetido y el modelo más señalado de ética eudemonista, y además teleológicamente eudemonista. Sin embargo, ambos conceptos nos son tan trasparentes, ni su aplicación tan evidente como pueda parecer. Si no un error, la definición de la ética aristotélica como eudemonista puede ser una gran simplificación, o la descripción de un hecho trivial, pero no carente de consecuencias. ¿Es la ética de Aristóteles, en definitiva, eudemonista? Parece serlo, desde el momento en que el propio Aristóteles así lo afirma,…
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2.6 Pensamiento, palabra y acción
Hay un asunto que interesa de manera muy especial a Demócrito, pero que Aristóteles apenas examina directamente en la Ética a Nicómaco (tal vez porque se trata de la condición implícita en la investigación misma), aunque al parecer sí lo hace en el Protréptico. Se trata de la adecuación entre la reflexión interna, el discurso o expresión pública y la acción. Así, dice Demócrito: “Tres son las consecuencias de ser sabio: deliberar bien, hablar bien y obrar como se debe” (fr.830 y 831), y critica a aquellos que: “actuando de la manera más despreciable hacen gala de los más bellos discursos” (fr.700). Pero el interés por esta cuestión lo muestra…