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Tachinaba Akemi revisitado
En Placeres sencillos de Tachibana Akemi mencioné un poema que me gustó mucho al leerlo en Silencioso Tao, de Raymond Smullyan: PLACERES SENCILLOS Es un placer Cuando desplegando una hoja de papel Cojo el pincel Y escribo con más habilidad De la que esperaba Es un placer Cuando tras cien días Retorciendo mis palabras Sin éxito, de repente Surge un bello poema Es un placer Cuando, sin ayudas, Puedo comprender El significado de un volumen Que se considera muy denso Es un placer Cuando, algo muy infrecuente, Tenemos pescado para la cena Y mis hijos gritan gozosos «¡Yum-yum!» mientras lo engullen Es un placer Cuando, en un libro que examino…