• deus ex machina,  Gilgamesh

    La siembra de Gilgamesh

    En El diabolus ex machina me referí al que tal vez sea el primer ejemplo conocido de diabolus ex machina: el que se emplea en el desenlace de la Epopeya de Gilgamesh, cuando una serpiente roba a Gilgamesh la planta de la juventud . Tal vez fui un poco injusto, porque una lectura atenta de la obra en sus diferentes versiones en acadio, asirio y otras lenguas semitas, o en hitita, hurrita y otras lenguas indoeuropeas, nos revela que diversos autores intentaron evitar el diabolus ex machina de la epopeya mesopotámica. Como tal vez hayas adivinado, lector, la manera de evitar un diabolus ex machina es la misma que se…

  • Aristóteles,  deus ex machina

    Aristóteles como deus ex machina

    En Dios y el deus ex machina me referí a una hipótesis interesante: Aristóteles habla del deus ex machina en su Poética, como un truco narrativo con el que hay que andarse con cuidado, pero quizá él mismo usa un deus ex machina en su Física para explicar cómo funciona el cosmos: «Debe existir un primer motor que transmite el movimiento a todas las cosas naturales y a quien nada mueve y que debe entenderse como eterno, inmutable y acto puro.» El deus ex machina que utiliza Aristóteles es el Primer Motor, que él mismo quizá, y después muchos interpretadores, como Tomás de Aquino, han identificado con Dios. Lo curioso…

  • La mitad oculta,  Películas

    Ágora, de Alejandro Amenábar

    Al salir de un preestreno de Ágora comenté la película con varios asistentes. __¿Te ha gustado? -me preguntaron. __Sí. Es una respuesta que sorprenderá a quienes me conocen cuando vean la película, porque resulta demasiado evidente que Ágora contiene muchas cosas que no suelen gustarme. La explicación de por qué me gustó me temo que puede resultar tan extravagante que muchos pensarán que se trata de una especie de broma irónica, en la que digo lo contrario de lo que pienso. No sé cómo defenderme de esa acusación, porque resulta bastante razonable, pero insisto que mi intención no es caer en otra de esas paradojas a las que soy tan…

  • Numen - Entradas de mitología

    Las invasiones afortunadas

    La invasión de las islas británicas por Roma fue un triunfo a medias o una derrota parcial. Los romanos lograron asentarse en las islas pero no dominarlas, y nunca se decidieron a invadir Irlanda. A ello debemos el que se haya conservado una de las más interesantes literaturas, y casi el único resto de una cultura, la celta, que dominó casi toda Europa y que llegaba hasta Turquía. Otra invasión, la del rey Harald de los cabellos dorados, está en el origen de otra gran literatura que quizá no se habría escrito si los nobles noruegos no se hubiesen hecho a la mar con tal de no someterse al nuevo…