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Cardenio de Shakespeare
La Historia de Cardenio, atribuida a Shakespeare y Fletcher y editada por la editorial Rey Lear (aunque ya José Esteban la editó en 1987) resulta decepcionante. No se percibe el brío de Shakespeare por ningún lado, aunque sí se advierten algunas semejanzas con Los dos hidalgos de Verona, que también se considera de Shakespeare y Fletcher. Pero esas cosas en las que se asemeja son precisamente las que no tienen interés ni parecen propias de Shakespeare. [Publicado en 2007] [pt_view id=»b63abe0a76″]
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Potencia y acto en Shakespeare
Aristóteles afirmaba que todas las cosas tienen ciertas cualidades en potencia y ciertas cualidades en acto. ES decir, que hay cosas que pueden ser (en potencia) y cosa que son (en acto). Una persona es, cuando nace, un ser humano en acto, pero no es todavía un ser inteligente. Por el momento, solo lo es en potencia. Es decir, se convertirá en un ser inteligente si crece y es educado convenientemente. El lingüista Noam Chomsky considera que nada más nacer todo ser humano es un usuario del lenguaje en potencia, porque los seres humanos poseemos una gramática innata. Pero esa gramática innata debe hacerse efectiva, convertirse en acto, actualizarse. Los…
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Potencia y acto en Shakespeare
Aristóteles afirmaba que todas las cosas tienen ciertas cualidades en potencia y ciertas cualidades en acto. Una persona es, cuando nace, un ser humano en acto, pero no es todavía un ser inteligente. Por el momento, lo es sólo en potencia. Es decir, se convertirá en un ser inteligente si crece y es educado convenientemente. El lingüista Noam Chomsky considera que, nada más nacer, todo ser humano es un usuario del lenguaje en potencia, porque los seres humanos poseemos una gramática innata. Pero esa gramática innata debe hacerse efectiva, convertirse en acto, actualizarse. Los niños salvajes, criados lejos de la civilización, no tienen lenguaje; muchos de ellos, al ser encontrados y…
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Proteo el cambiante
Es indudable que Shakespeare eligió el nombre de Proteo (el dios marino transformista) en Los dos hidalgos de Verona para resaltar su carácter cambiante: se enamora de Julia, sí, pero enseguida se enamora de Silvia. Es algo que también le sucede a Romeo, aunque pocos reparan en ello: cuando empieza la obra, Romeo está enamorado de Rosalinda y no puede vivir sin ella, pero enseguida se desenamora y vuelve a enamorarse, esta vez de Julieta. Sin embargo, el carácter cambiante también se expresa en otros actos menores de Proteo, quien no suele comportarse de la misma manera ante unos y ante otros. En las primeras escenas, por ejemplo, Proteo dice unas cosas…