• Las invasiones afortunadas

    La invasión de las islas británicas por Roma fue un triunfo a medias o una derrota parcial. Los romanos lograron asentarse en las islas pero no dominarlas, y nunca se decidieron a invadir Irlanda. A ello debemos el que se haya conservado una de las más interesantes literaturas, y casi el único resto de una cultura, la celta, que dominó casi toda Europa y que llegaba hasta Turquía. Otra invasión, la del rey Harald de los cabellos dorados, está en el origen de otra gran literatura que quizá no se habría escrito si los nobles noruegos no se hubiesen hecho a la mar con tal de no someterse al nuevo…

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau