• Meterse en la película

    CUADERNOS DE CINE

    ContabaTruffaut: «Sentía una imperiosa necesidad de meterme de lleno en las películas, cosa que lograba acercándome más y más a la pantalla para abstraerme de la sala.» A mí me pasa lo mismo, incluso cuando veo una película o una serie en la televisión. Aunque puedo lograr esa concentración en un ambiente ruidoso (porque no voy al cine como a una misa) sí que me «salgo» de la película si me hacen comentarios, lo que me molesta mucho (más que los comentarios, me molesta el hecho de que me moleste). Supongo que sucede porque un comentario activa la parte razonadora del cerebro, lo que probablemente colisiona con la parte más emocional…

  • Dedicación

    «En su adolescencia François Truffaut consideraba una cuestión de honor ir a ver tres películas diarias y leer, solo o con un amigo, tres libros a la semana, aunque fiándose únicamente de sus juicios de valor.» Seguramente es otro ejemplo de cómo las personas que destacan en ciertas actividades, y que a menudo son llamadas «genios», tiene detrás un montón de horas de dedicación. Es algo que pienso desde hace mucho tiempo y que, al parecer, Malcom Gladwell defiende en su último libro.   Otro ejemplo relacionado con la dedicación de Truffaut: «Le Corbeau», de Henri Georges Clouzot, que se conoce plano por plano, palabra por palabra.»   ********* [Publicado…

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
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