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1.1 Bienes y fines. La política y el bien supremo
Aristóteles constata, en primer lugar, que toda actividad humana tiene un fin, y considera que los bienes son precisamente aquello a lo que se tiende en cada arte, oficio o actividad. Asentada esta concepción teleológica, que permite a Aristóteles intercambiar los términos bien (agathón) y fin (télos) en el curso de una argumentación, es comprensible que considere como bien supremo aquél al que se aspira por sí mismo, y no para alcanzar otro bien. Puesto que todas las artes y ciencias tienen un fin u objeto diferente, hay que suponer que a ese bien supremo al que están subordinados los demás bienes habrá de corresponder a la ciencia más importante,…
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1.4 Refutación de la idea platónica de «Bien»
Examina ahora Aristóteles otra forma de abordar la cuestión del bien supremo, la de su maestro Platón. Aquí se halla aquella célebre opinión recogida en una Vida de Aristóteles: Amicus Plato, sed magis amica veritas. No voy a analizar aquí los argumentos que emplea Aristóteles en esta refutación, señalando tan sólo que en ella se muestra la preocupación aristotélica por la obtención práctica de ese bien que se busca: de nada serviría definir un bien idealizado pero inalcanzable para el ser humano. El reproche más o menos explícito a Platón es que subordina la ética a la metafísica. “Esta investigación nos resulta difícil por ser amigos nuestros los que han…
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1.5 La felicidad es un fin perfecto
Tras el examen de las diversas soluciones propuestas, Aristóteles retorna a la noción de bien y señala que el bien no es sino “aquello a causa de lo cual se hacen las demás cosas”. Pero los bienes que hemos examinado no lo son por sí mismos, luego no son perfectos, pues “llamamos perfecto a lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa”Resulta, entonces, que la riqueza y la virtud, el placer y los honores, no son bienes perfectos, pues no son deseados por sí mismos. La felicidad, por el contrario, sí parece ser un fin perfecto, “pues la elegimos por ella misma y nunca por…
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1.7 Bienes exteriores: del cuerpo y del alma
Una vez alcanzado este punto, se pueden comparar los diversos bienes que puede obtener el hombre: exteriores, del cuerpo y del alma.Para Aristóteles, los bienes del alma son los más importantes, pero no por ello hay que subestimar los exteriores, y tampoco incluso la buena suerte. Tampoco habrá que despreciar de modo absoluto los bienes del cuerpo. ************* “Divididos, pues los bienes en tres clases, los llamados exteriores, los del alma y los del cuerpo” (1098b,10-15). “…decimos que los del alma son los más importantes y los bienes por excelencia (1098b, 10-15). “Pero es evidente que la felicidad necesita también de los bienes exteriores… pues es imposible o nos es…
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1.8 ¿Cómo se puede acceder a la felicidad?
Vuelve con esto Aristóteles a una pregunta que se hacía al principio y a la que no me he referido en su momento (para poder hacerlo aquí de un modo más completo): si la felicidad radica en nosotros o si es exterior, y, si radica en nosotros, si puede adquirirse por la costumbre, el estudio o algún otro ejercicio. En efecto, al inicio de su tratado, planteaba Aristóteles el hecho de que, al parecer, “para ser capaz de ser competentemente un discípulo de las cosas buenas y justas, y en suma de la política , “es menester que uno haya sido bien conducido por sus costumbres”. El punto de partida,…