• Introducción

    Se examina en este trabajo la ética de Aristóteles, tal como es expuesta en el primer capítulo de su Ética a Nicómaco. Este será el objeto fundamental de la primera parte; en la segunda parte, se exponen los rasgos esenciales de la ética de Demócrito y se compara ésta, al mismo tiempo, con la de Aristóteles. He considerado interesante comparar ambas éticas, debido a que son muchas las coincidencias que se dan entre ellas, y a que la exposición de los planteamientos éticos de un filósofo anterior a Aristóteles puede ayudar a la comprensión de su obra. En la Conclusión, se examina el contenido fundamental de la ética aristotélica y…

  • 1.1 Bienes y fines. La política y el bien supremo

    Aristóteles constata, en primer lugar, que toda actividad humana tiene un fin, y considera que los bienes son precisamente aquello a lo que se tiende en cada arte, oficio o actividad[1]. Asentada esta concepción teleológica, que permite a Aristóteles intercambiar los términos bien (agathón) y fin (télos) en el curso de una argumentación[2], es comprensible que considere como bien supremo aquél al que se aspira por sí mismo, y no para alcanzar otro bien[3]. Puesto que todas las artes y ciencias tienen un fin u objeto diferente[4], hay que suponer que a ese bien supremo al que están subordinados los demás bienes habrá de corresponder a la ciencia más importante,…

  • 1.5 La felicidad es un fin perfecto

    Tras el examen de las diversas soluciones propuestas, Aristóteles retorna a la noción de bien y señala que el bien no es sino “aquello a causa de lo cual se hacen las demás cosas”[1]. Pero los bienes que hemos examinado no lo son por sí mismos, luego no son perfectos, pues “llamamos perfecto a lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa[2]”Resulta, entonces, que la riqueza y la virtud, el placer y los honores, no son bienes perfectos, pues no son deseados por sí mismos. La felicidad, por el contrario, sí parece ser un fin perfecto, “pues la elegimos por ella misma y nunca por…

  • 1.7 Bienes exteriores: del cuerpo y del alma

    Una vez alcanzado este punto, se pueden comparar los diversos bienes que puede obtener el hombre: exteriores, del cuerpo y del alma[1].Para Aristóteles, los bienes del alma son los más importantes[2], pero no por ello hay que subestimar los exteriores[3], y tampoco incluso la buena suerte[4]. Tampoco habrá que despreciar de modo absoluto los bienes del cuerpo[5]. ************* [1] “Divididos, pues los bienes en tres clases, los llamados exteriores, los del alma y los del cuerpo” (1098b,10-15). [2] “…decimos que los del alma son los más importantes y los bienes por excelencia (1098b, 10-15). [3] “Pero es evidente que la felicidad necesita también de los bienes exteriores… pues es imposible…

  • 1.8 ¿Cómo se puede acceder a la felicidad?

    Vuelve con esto Aristóteles a una pregunta que se hacía al principio y a la que no me he referido en su momento (para poder hacerlo aquí de un modo más completo): si la felicidad radica en nosotros o si es exterior, y, si radica en nosotros, si puede adquirirse por la costumbre, el estudio o algún otro ejercicio[1]. En efecto, al inicio de su tratado, planteaba Aristóteles el hecho de que, al parecer, “para ser capaz de ser competentemente un discípulo de las cosas buenas y justas, y en suma de la política , “es menester que uno haya sido bien conducido por sus costumbres”[2]. El punto de partida,…