• Prensa, televisión y revolución

    John Milton decía en su Areopagítica: “Los libros sé yo que son tan vivaces y vigorosamente medradores como aquellos dientes fabulosos del dragón; y desparramados acá y acullá pueden hacer brotar gentes armadas”. Del mismo modo que la imprenta y los libros trajeron revoluciones y cambios a tantos lugares, McLuhan actualizó ingeniosamente esta idea al decir que la televisión es la mayor causa de revoluciones, pues muestra a quienes no tienen nada cómo viven otros a los que les sobra de todo, y provoca que se pregunten: «¿por qué esos tienen tanto y yo tan poco?» Les hace darse cuenta de que no está en la naturaleza de las cosas…

  • Los placeres de la soledad en Bai Juyi

      En el año 832, el poeta chino Bai Juyi (Po’ Chui) reparó una parte desocupada del monasterio Hsiang-shan, en Lung-mên y se llamó a sí mismo el eremita de Hsiang-shan. Creo que allí escribió este poema:     DESCANSANDO SOLO EN EL TEMPLO HSIEN YU La grulla de la playa permanecía sobre las escalinatas. Desde el estanque se veía brillar la luna a través de una puerta abierta. Encantado con el lugar me quedé allí dos noches sin moverme para nada, contento de poder hallar un lugar tan tranquilo; satisfecho de que ningún acompañante me incordiara. Desde entonces he disfrutado de esta soledad y he decidido no venir nunca…

  • John Milton y la libertad de imprenta

    Areopagítica es el alegato de Milton en favor de la libertad de imprenta. El libro está dirigido a los miembros del Parlamento, a los que pide que retiren la Orden de que los libros hayan de recibir licencia, y con ello examen previo, antes de poder ser editados. Ataca Milton en particular el intento de censura: «Otra clausula, la relativa a la necesaria licencia para los libros, que se nos antojaba con sus hermanas cuaresmal y matrimonial fenecida al extinguirse los prelados…» Esto demuestra que hay que tener cuidado cuando se habla de los puritanos, puesto que Milton, que era puritano, era también partidario de la libertad de prensa, del divorcio…

  • Prohibid los placeres

    De John Milton se suele decir que era ciego, puritano y que escribió El paraíso perdido. Es un resumen muy útil para ignorar quién era Milton. Es cierto que era ciego, pero no siempre lo fue; es cierto que era puritano y partidario de Cromwell, pero no un fanático como lo fue el Lord Protector, y es cierto que escribió El paraíso perdido, pero también El paraíso recobrado, y otros muchos poemas y ensayos. Hoy imaginamos a Milton como a un ciego que nos mira a través de sus cuencas vacías, pero quienes fueron con él a la escuela le llamaban «la damisela del College» a causa de sus largos…

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau