• Nos cortamos con el filo de las cosas

     «Las cien articulaciones, los nueve orificios, los seis órganos, todos se unen y existen en mí. Pero, ¿de cuál de ellos debería sentirme más cerca? ¿Dices que debería regocijarme en todas mis partes? Pero deberá de haber alguna que tenga que favorecer más. De lo contrario, ¿son todas ellas meros sirvientes? Y si son todas sirvientes, entonces, ¿cómo pueden mantener el orden entre sí? ¿O es que se turnan para ser señor y sirviente? Parecería que debe haber una suerte de Verdadero Señor entre ellas. Pero descubra o no su identidad, ello no agrega ni quita nada acerca de su Verdad. Una vez que un hombre recibe su forma corporal…

  • El origen de todas las cosas

    «Alegría, ira, tristeza, deleite, preocupación, arrepentimiento, inconstancia, rigidez, modestia, obstinación, candor, insolencia- música de agujeros vacíos, hongos que brotan en la humedad, así el día y la noche se reemplazan uno al otro ante nosotros, y nadie sabe de dónde surgen. ¡Basta! ¡Basta! Suficiente que los tengamos de la mañana a la noche y que sean nuestra forma de vida. Sin ellos no existiríamos; sin nosotros, no tendrían de dónde aferrarse. Esto nos acerca a la cuestión. Pero no sé qué los hace como son. Parecieran tener un Maestro Verdadero, y sin embargo, no hallo rastros de él. Puede actuar, no hay duda. Sin embargo, no puedo ver su forma.…

  • Los disparates de Jieyu

    Jianwu comentó a Lianshu: «He oído a Jieyu, y sus palabras me causan pavor. Son palabras grandiosas pero no reales, tan lejanas que jamás retornan, como la Vía Láctea sin contornos, tan inconmensurables que ignoran todas las cosas del mundo». Y Lianshu le preguntó qué decían esas palabras. «Decían que en la misteriosa montaña Gushe viven unos seres divinos cuya blanquísima piel brilla como el hielo. Tan tímidos y dulces como jóvenes doncellas. No comen los cinco cereales, beben rocío y respiran viento. Cabalgan sus dragones por encima de las nubes y se dirigen más allá de los Cuatro Mares. Concentrando su espíritu, pueden curar enfermedades y hacer que maduren…

  • El maestro de todos

    El hombre se conforma a lo prefijado por su mente y lo toma por maestro. ¿Quién es el hombre extraordinario que se priva de ello? ¿O sólo el hombre que penetra la alternancia de las cosas lo toma por maestro? Así también el necio, cuando admite que afirmación y negación preceden a lo fijado por su mente. Tan ilógico como partir hoy para Yueh y llegar ayer, o afirmar que es visible lo invisible. Y aunque ello fuera cierto, si ni siquiera Yu el divino podría entender ese misterio, ¡cómo iba a entenderlo yo!  [Zhuangzi Libros interiores Libro 2. Qí wù lùn (齊物論). Capítulo 1.Identidad de las cosas y discursos (o  Identidad…

  • La música del cielo

     Zhuangzi Libros interiores Libro 2 Qí wù lùn (齊物論) Capítulo 1 Identidad de las cosas y discursos (o  Identidad de los seres)   El segundo libro del Zhuangzi, es también uno de los libros interiores, es decir, de los que se consideran menos dudosos en cuanto a la autoría del maestro Zhuang. La primera dificultad que ofrece este capítulo es su título, que se traduce de maneras muy diferentes. La versión que he elegido en esta ocasión para las citas pertenece a la edición de la editorial Trotta de los capítulos interiores, traducidos por Pilar González España y Jean Claude Pastor-Ferrer. En esta versión, el título tiene un cierto aroma confuciano,…

Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau
Sabios ignorantes y felices, de Daniel Tubau